Mi arqueología.

"La naturaleza de la evidencia arqueológica" (Schiffer, M. 1987).



miércoles, 20 de enero de 2010

Arqueológicamente enamorada.

La arqueología es la mejor desición que he tomado en mi vida, la mejor palabra, la única fuente que puede darme vida para lo que titulo, futuro. Alguna vez escuché en boca de muchas personas, no solo de las que conozco, sino de algunas que, me encontraba por ahí, y se ponían a charlar diciendo que... ciertas carreras no sirven para nada, que había que elejir lo que nos trajera dinero, mucho dinero, se asombraban y emocionadas citaban una que otra profesión, que medicina, que arquitectura, que no sé que otras. La típica reacción de varios al mencionarles lo que vas a estudiar "... pero hombre, te vas a morir de hambre" y a esas contestaciones siempre tube un "me moriré de hambre, pero me moriré feliz." Y lo que es más importante... moriré con la arqueología, haciendo arqueología.

Muchas otras personas mencionaban sarcásticamente: "mejor rasca en el patio de mi casa haber si encuentras unos guesos de pollo que me cené la noche de hace un año". ¡Dios! como me molesta tanta ignorancia por parte de la gente, pero es inútil gastar un poco de saliba para explicar de lo que realmente significa la arqueología porque simple y sencillamente su apatia a siquiera el mínimo interés existe en demasia en su cerebro retorcido. En fin. El punto es que he logrado ser paciente en lo que relaciona ese tipo de actitud con respecto a mi maravillosamente y genialisticamente interés por lo arqueológico.

¡Amo la arqueología! puesto que, como ya alguna vez lo dijo un arqueólogo muy reconocido "¡La arqueología es lo más divertido que se puede hacer con los pantalones puestos!" (.... espacio para la cita), realmente tengo tanta fé en esa frase que me he enamorado, estoy enamorada, profundamente enamorada. Este espacio que le brindo a ese amor mío, es el que quisiera compartir con muchos de los que gustan de leer, quizá no sean buenos escritos, pero lo importante es que siempre lo haré con el corazón...

Aunque, sin duda alguna el objetivo, con respecto a este blog  y a la arqueología es el de aprender. Porque definitivamente soy una principiante de los principiantes en este ¡Hermosísimo! campo, del cuál por supuesto, quiero más. Y así tal vez algún día al fin pueda responder a las constantes preguntas que me han hecho: ¿eres católica? o ¿qué religión sigues?, y en vez de contestar lo que mi papá gustosamente responde... ¡No. Soy sociólogo!; responder: ¡Soy arqueóloga, gracias a Dios!

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